Vivir frente al mar ya no es un sueño inalcanzable. En lugares como Rosarito y Ensenada, existen desarrollos planeados que ofrecen lotes con vista o cercanía al océano a precios accesibles. ¿Lo mejor? No solo es calidad de vida: el valor de este tipo de propiedades se ha disparado en la última década. La cercanía con Estados Unidos, el clima templado y la comunidad multicultural convierten a la costa de Baja en una de las zonas con mayor potencial inmobiliario del país.
